Laudatis utiliora quae contempseris, saepe inveniri testis haec narratio est. Ad fontem cervus, cum bibisset, restitit, et in liquore vidit effigiem suam. Ibi dum ramosa mirans laudat cornua crurumque nimiam tenuitatem vituperat, venantum subito vocibus conterritus, per campum fugere coepit, et cursu levi canes elusit. Silva tum excepit ferum; in qua retentis impeditus cornibus lacerari coepit morsibus saevis canum. Tum moriens edidisse vocem hanc dicitur: 'O me infelicem, qui nunc demum intellego, utilia mihi quam fuerint quae despexeram, et, quae laudaram, quantum luctus habuerint.

Esta narración se encuentra a menudo como testimonio de la alabanza de las cosas más útiles que se desprecian. En la fuente, cuando el ciervo hubo bebido, se detuvo y vio su imagen en el líquido. Allí, mientras la rama, maravillada, alaba los cuernos y reprocha la excesiva delgadez de las patas, el sabueso, sobresaltado de pronto por las voces, empezó a huir por el campo, eludiendo a los perros a ligera velocidad. Entonces el bosque dio la bienvenida a la bestia; en el que el inmovilizador, obstaculizado por sus cuernos, comenzó a ser desgarrado por los feroces mordiscos de los perros. Luego, mientras agonizaba, se dice que pronunció esta voz: "Oh, desgraciado de mí, que ahora por fin comprendes cuán útiles han sido para mí las cosas que desprecié, y las cosas que he alabado, cuánto dolor me causaron". he tenido.