VULPES ET CORVUS Qui se laudari gaudet verbis subdolis, fere dat poenas turpi paenitentia. Cum de fenestra coruus raptum caseum comesse uellet, celsa residens arbore, uulpes inuidit, deinde sic coepit loqui: “O qui tuarum, corue, pennarum est nitor! Quantum decoris corpore et uultu geris! Si uocem haberes, nulla prior ales foret (pret. imperf. subj.)”. At ille stultus, dum uult vocem ostendere, Lato ore emisit caseum, quem celeriter dolosa uulpes auidis rapuit dentibus. Tum demum ingemuit corui deceptus stupor. Hac re probatur quantum ingenium valet. Virtute semper praevalet sapientia.

EL ZORRO Y EL CUERVO El que se deleita en alabarse a sí mismo con palabras engañosas En general, da castigos a los impíos penitentes. Cuando el coro arrebató el queso de la ventana quería comer, vivía en un árbol alto, vio los zorros, y luego empezó a hablar así: “¡Oh quién es el brillo de tus alas! ¡Qué hermosa estás en cuerpo y rostro! Si tuvieras voz, no habría alas previas (sujeto pret. imperfecto)”. Pero ese tonto, mientras quiere mostrar su voz, Con la boca muy abierta soltó el queso, que rápidamente los zorros traidores les arrancaron las orejas con los dientes. Entonces, por fin, el coro gimió de asombro engañado. En esta materia queda demostrado cuánto vale el talento. La sabiduría siempre prevalece sobre el poder.